domingo, 8 de marzo de 2009

Eternidad

A veces el viento,
habla con voz de mujer,

atravesando en susurros de reloj
las almas del barco y las gaviotas.
Y las lágrimas del mar
no esperan
caen
como tormentas de verano
que enturbian la mirada

de los hijos,
que aguardan perdidos
en algún lugar de estrellas.
Y sueña la ola
arrastrando la arena,
esculpiendo en círculos
los rincones hambrientos
de luz,
que vuelan con alas de cera
cerca del sol.
Y escucho un nombre lejano,
distante,
un nombre que conozco y no recuerdo
un nombre líquido
un nombre sólido
un nombre gaseoso
un nombre sin nombr
e
un círculo dentro de un círculo
un círculo lleno de nada e infinito.
Un nombre de mar más antiguo
que el mar
que la tierra
que el cielo
que tú y que yo
que al fin y al cabo
somos menos que una gota
en el océano de las gotas.
Al final de cada beso tuyo
puedo sentir el enigma.

Anonimacrónico.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

As palabras ás veces teñen tras de si milleiros de emocións que difícilmente poderían sair de non ser pola voz do escribinte...ánimo no teu camiño!

Anónimo dijo...

O primeiro recetario poético do Anonimacrónico escomeza paradóxicamente cuasi abrazando a eternidade . Non dubido que os seus círculos concéntricos nos transportarán cara outros bucles de espacios insoldables......

(Un xogo de Enigmas)

Ana Gesteira Ponce dijo...

Más! Más! Más! Queremos más, anonimacrónico!