viernes, 20 de marzo de 2009



Un giro de avestruz
largo de silencios.
La velocidad fría de una mirada
sin dueño.
Lágrimas octogenarias
de un niño confundido mirando un cielo.
El patio se llena de locos cada domingo.

De voces lejanas en los bolsillos.
De botellas llenas de delirio.
De pasos sin rumbo.
De manos abiertas con surcos de río.
De esperas vacías,
y ojos sin brillo.

De gritos descalzos que buscan oído,
trepando espaldas de piedra e infinito.
De brazos de amigo.
Y los años creciendo en renglones
torcidos,
en historias de humo,
siglo tras siglo.
Y el patio se llena de locos cada domingo.

Anonimacrónico.

8 comentarios:

Ana Gesteira Ponce dijo...

Ya sabes que me encanta la vena poética de los Anonimacrónicos como vosotros...Aunque sea ligermante angustiosa como en este poema: delirios dentro de una botella, patio lleno de locos,...Pintas con palabras dibujos muy bonitos...

Anónimo dijo...

la vida loca , looooca loooca ¡¡¡

Anónimo dijo...

Hermoso retrato de las gentes de un psiquiátrico...

Jandro X. dijo...

Moi chulo, moi no bonito estilo que o caracteriza, Sr. Anonimacrónico. Ánimo e a seguir bloggeando.

Anónimo dijo...

E que pasou con Galaethh ??

onde anda metido ??

anonimacrónico sincrónico dijo...

Galaeth é unha preciosa loira...nestes momentos atópase no taller...debido a súa extensión...necesita un cambio no
entorno da publicación...

Anónimo dijo...

Preciosa loira! preciosa loira!!!
(...)

binomicocrónico dijo...

Todo fantasía muller...literatura sem máis...quimeras...zecaises...eu
que sei...